domingo, 4 de noviembre de 2012

No quieras escuchar solo que que te gustaría escuchar.

Y me hablas a mí de fuerza.
A quien enterró todos sus recuerdos, toda su vida en cinco jodidas cajas de cartón.
Me hablas de voluntad a mí.
A esa que no cree ni en lo que ya ha conseguido.
Intentas convencerme de que luche.
Cuando ya respiro simplemente porque los demás lo hacen.
Porque lato solo porque otros laten. ¿Pero no te das cuenta? A mí hasta inspirar me duele, ese aire que a ti te da la vida, a mí me la está quitando. Me ahogo, me ahoga(s).

¿Que intente ser libre?
Aquí nadie va a conseguirlo nunca. Somos marionetas, cada uno de nosotros. Yo intenté cortar esos hilos que me ataban, y mírame; creo que me equivoqué; que corté los que me ataban a la vida.


Yo ya lo asumí.

Si, eso de que "ser feliz es un mal necesario". Pero por muy mal que lo paso, aquí me ves, ni un atisbo de felicidad, ni una sonrisa en mis labios,


hablo de una verdadera, claro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario